Seguramente, estaréis pensando que esta actividad nos es muy apropiada para un niño de 2 años... ¿Que puedo decir? Que tenéis toda la razón, pero nos hemos reído tanto haciéndola que me he visto en la obligación de compartirla. Las carcajadas de David eran tan grandes que he descubierto que le estaban saliendo dos muelas nuevas, ésas en la fila que ya pasa desapercibida a partir del segundo hijo. ¡Ups!
Esta decoración de Halloween es muy fácil de hacer. Nosotros compramos una guirnalda de seis calaveras. Si no encontráis, quizá podríais
imprimirlas y fijarlas en cartón, añadiéndoles algún tipo de cabello.
Dejamos un poco de cuerda de la guirnalda debajo y le cosimos un trozo de tela/papel negro/naranja/blanca rasgado. El negro es una bolsa de la tienda Misako, el blanco un trozo de camisa, el naranja un papel para decorar ramos de flores. La tela la cortamos/rasgamos en algo parecido a un rectángulo o cuadrado y le hicimos cuatro cortes paralelos para simular los brazos.
Luego enrollamos el cuerpo y los dos brazos y les atamos tres cuerdas.
Al muerto blanco, según mis peques el muerto chica, le hicimos un ataud con una caja de cartón y lo forramos con el papel negro de una bolsa. Luego hicimos un agujero arriba y colgamos a la muertecita. Os invito esta semana a hacer algún monstruo para Halloween.
Una vez acabado el trabajo duro, empieza la diversión. Empezamos a hacer ruidos y gestos de monstruos. David cogió un muerto, "mira, mira" y empezó a hacer que perdía el equilibrio, cerraba los ojos y se tiraba al suelo. Abría un ojo, decía: "Estoy muerto" y se empezaba a reír. Me quedé alucinada porque no ve la tele, sólo dibujos grabados, y no sé de donde ha sacado esa idea. Son increíbles.
Bueno a mis hijos les hace gracia la decoración de Halloween porque la han hecho ellos, espero que sus amiguitos no salgan corriendo en nuestra merendola de Halloween. Besitos monstruosos.