Como os decía,
Biocultura es la feria de productos ecológicos y consumo responsable. En general, nunca he sentido gran atracción por la ecología. Fui educada en la época de la revolución tecnológica donde el poder y la ciencia humana estaba muy por encima de los rudos productos naturales. De repente, la plaga de enfermedades "tecnológicas" nos está demostrando que nuestra sabiduría no es la panacea que pensábamos e incluso esa sabiduría nos está haciendo MUCHO daño. Año tras año, aumenta el cáncer, las alergias, el asma, las depresiones... en niños y personas jóvenes. ¿Es el precio de nuestra forma de vida y alimentación?
Si tuvieras que elegir entre estas dos manzanas. ¿Cuál elegirías? (La primera es más barata)
¿Permitirías a tus peques beber cera abrillantadora del suelo?... ¿Estás seguro?
A veces David dice, "mamá esta manzana está sucia".
Nuestra comida es el reflejo de nuestra vida. La primera manzana es "bella" por fuera pero está vacía por dentro, creció rápido, no le dio tiempo a impregnarse de todas las vitaminas pero sí de venenos como pesticidas, ceras... La segunda manzana es ecológica, tiene una belleza particular por fuera, y está repleta de salud, de vida por dentro...
Stand de
la Finestra sul cielo, seguramente las marca de mayor calidad y con más variedad de productos ecológicos.
A veces pensamos que no nos podemos permitir la comida saludable, pero sí podemos tirar el dinero en galletas tontas con formas de dinosaurios o huevos de chocolate carísimos.
A veces despreciamos todo este mundo porque algunas marcas engañan con intereses comerciales no muy sinceros y también porque no nos identificamos con el grupo social que enarbola todo lo eco-bio, pero creo que debemos ir más allá y dejar de fijarnos sólo en los envoltorios. Después de ir a Biocultura me siento en parte engañada por el estado que tiene que velar por mi bienestar, ese estado que ha permitido inundar nuestras vidas de sustancias dudosas. No quiero pedir que retiren nada, pero creo que sería necesario que la sociedad tuviésemos más información para poder elegir libremente y no ser arrastrados por la vorágine.
Ahora que me he desahogado vamos a lo práctico. Cuando hablo con mis amigos de estos temas, siento que intentan restar importancia al asunto argumentando: "Es que si nos ponemos así, no podríamos comer nada." Tienen mucha razón y aquí vengo yo para añadirles un gran problema a su ecuación de problemas diarios a cambio de... ¿qué?
(
Hullitoys Tienda econline de juguetes. Creo que deberíamos apostar por menos juguetes, más bellos, más duraderos y sin fecha de caducidad.)
El primer día me dediqué a pasear entre los stands. Miré, probé y compré alguna cosa sin más pretensiones.
Ludojoc. Juguetes que inspiran y enseñan a nuestros hijos el valor de las cosas. Creo que es importante que nuestros enanos aprendan a cuidar los juguetes y a buscarles distintas aplicaciones, que no a comprar y desechar. Es una enseñanza muy necesaria en nuestra sociedad de consumo.
El segundo día lo pasé escuchando fantásticas conferencias de una hora de duración, desde las 10:30 hasta el fin del día, comiendo un bocadillo en los escasos minutos entre una y otra. Salí maravillada por los conocimientos y la generosidad de los ponentes.
Odile Fernández en "Dieta anticáncer" nos iluminó en primera persona con su fantástica derrota a un cáncer nada alentador. Es una mujer que te arrastra con su pasión, sus conocimientos enciclopédicos de la materia y su generosidad. Os recomiendo encarecidamente su blog "
mis recetas anticáncer" también como preventivo. Gracias a ella aprendí la importancia de:
- Que el sol me acaricie cada día, porque la vitamína D es muy importante contra el cáncer.
- Comer más cosas crudas directas de la naturaleza sin pesticidas y la menor cantidad de productos envasados o elaborados.
- Restringir el azúcar, los edulcorantes y la harina.
- No cocinar en la olla express al vapor porque destruye muchos nutrientes al pasar de los 110º. Tratar de cocinar como las abuelas, despacio y con poco calor. Eliminar las sartenes de teflón...
Hubo dos conferencias muy cercanas que me marcaron de
Carmelo Montesino y
Josep Soler, por su humildad y sabiduría. Trataban sobre una manera de entender las enfermedades y dolores atípica en nuestra cultura occidental. El libro "
La medicina del Alma", creo que es una buena base de todo esto. Los dolores son señales que nos manda la vida para avisarnos de que nos desviamos del camino. El libro nos enseña a identificar nuestros problemas para que podamos ponerles remedio y así eliminar los dolores, simples señales. La verdad es que la portada para mi gusto le da una apariencia de secta peligrosa, pero los contenidos son muy interesantes.
Anna Torres nos dió un fantástico taller de masaje en familia y me guardo uno secreto que merece una entrada aparte.
De verdad, si podéis acudir a alguna de las sedes de Biocultura en Madrid (8-11 nov), Valencia o Barcelona, hacedlo solos para aprender de las innumerables conferencias o con los peques a los
talleres. Os aseguro que desde que fui veo las cosas de otra manera, soy más feliz y disfruto más cuidándome y cuidando a los míos.