(Mis hijos se atreven
a desemparejar sus calcetines y ¿nosotros?)
Queridos Maestros,
Cuando Ferran Adriá se hizo cocinero, los cocineros eran los
“ñampas” de las cacerolas. Él y muchos de sus compañeros inundados de ILUSION
han conseguido a nivel mundial trasladar su profesión al top del arte.
Lamentablemente, a día de hoy en España hay una extendida
visión de que los Maestros sois los “ñampas” de los libros de texto. Creo que es
labor de todos cambiar esta idea y creo que vosotros podéis hacer tanto o más
que Ferran Adriá que se arriesgó rompiendo los convencionalismos.
Pienso que algunos Maestros necesitan recobrar la confianza y
seguridad de que tenéis el PODER. El colectivo de Controladores Aéreos paralizó
el cielo español por unos días. Pensad que vosotros a corto plazo podríais
paralizar cielo, tierra y mar. A largo plazo, estáis modelando las mentes del país.
CREEROSLO.
Como sabéis en Finlandia, cabeza visible de la educación de
calidad, los Maestros tienen un estatus y reconocimiento análogo al de los
Médicos y Abogados prestigiosos… ES POSIBLE.
Cuando yo dejé mi puesto de Ingeniera para ser ama de casa,
nunca pensé que acabaría coqueteando con las profesiones de: Organizadora de
eventos, bióloga investigadora, logopeda, taxista al tiempo que pedagoga de
pensamiento creativo, cocinera de diseño, psicóloga, monitora de natación, actriz
cómica, economista, dietista... y bloguera. A veces me preguntan: “¿Tú no
trabajas verdad?”… Recientemente leí un libro interesantísimo sobre MOTIVACION.
Venía a decir que un hobby pasaba a ser trabajo cuando era remunerado. En los
hobbies el objetivo es el disfrute y todos los esfuerzos valen la pena por ese
disfrute. Cuando hay remuneración, el dinero le quita el puesto al disfrute y como
todo nuestro esfuerzo no se paga con ese poco dinero, convertimos el hobby en
una obligación-trabajo. De momento mi única remuneración son las risas de mis
peques y los agradables comentarios en mi blog sin publicidad. Así que: “No, no
trabajo”.
Habría que intentar desconectar mentalmente el salario de
vuestra profesión y tratar de convertirla en vuestro hobby o ilusión.
¿Realmente creéis en vuestro proyecto? O ¿Vamos a
ciegas? Vuestra vida es vuestro trabajo porque pasáis un tercio en él y otro
pensando en él. Éste debería ser el primer objetivo profesional de cualquier
persona, SEGURO que hay mucho que podéis hacer al respecto.
No creo en una educación basada en CONOCIMIENTOS sino en
HABILIDADES: creatividad (resolución de problemas), persuasión, lectura,
empatía, psicomotricidad, escritura, liderazgo, emprender, cálculo mental, hablar
en público… Me repito, todos los conocimientos están en mi Iphone en mi
bolsillo, no nos obsesionemos con hacer pobres backups en nuestros cerebros.
RETO nº 1.
Os propongo quemar el programa académico 4 días y dedicaros
a transmitir a vuestros alumnos una de vuestras habilidades o pasiones
(conocimiento) de una manera libre, poco convencional o creativa. Si lo hacéis
con entusiasmo, seguro que esos cuatro días se convertirán en el mejor RECUERDO de vuestros alumnos sobre el cole
cuando sean mayores.
En el país que estamos, ni los padres ni los inspectores os
podrán llevar a la cárcel por desviaros levemente del programa y si conseguís
hacer ruido, eso que lleváis conseguido en vuestra lucha.
Claro, como sois verdaderos profesionales, no vais a hacer
una chapuza y dejar ese aprendizaje sin la consabida evaluación.
Cuando un menor comete un delito, la responsabilidad
judicial recae básicamente sobre los tutores. Cada suspenso que escribimos (fui
frustrada profesora durante un curso) es un suspenso a nosotros los padres y a
los maestros. No entiendo por qué las notas vienen encabezadas con el nombre del
alumno. En realidad es un suspenso al que fabrica el método, el Sr. Ministro de
Educación. No me gustaría estar en su lugar cuando vaya el domingo a comer a
casa de sus padres con esos miles de suspensos, a pesar de las matrículas de
honor.
Estos cuatro días los podéis evaluar por el grado de
diversión del alumno y el número de conocimientos y habilidades nuevas
utilizados. Os dejo una plantilla por si queréis utilizar.
RETO nº2.
Escribirle, desde cada centro, una breve y objetiva carta al
futuro Ministro de Educación, con ideas creativas económicas y aplicables, para
que podamos volver a creer en la educación en España. Creo que el truco está en: olvidarnos de cómo nos educaron, pensar cómo nos gustaría ser educados, que el aprendizaje sea vivencial para el alumno dejando de ser meras audiencias y por último desterrar que el aprendizaje tiene que ser serio y aburrido, todo lo contrario.
Por último:
A ALGUNOS PADRES.
NUNCA cuestionéis a un Maestro delante de vuestros hijos.
Aunque no conecte con vuestras ideas o creáis que se pueda equivocar puntualmente, el daño
que hacéis en la educación de todos los peques es irreparable. Conseguiréis que
vuestros hijos pierdan la confianza y respecto por el colectivo de Maestros y
eso creará graves problemas en su educación. Al contrario, ensalzad a los Maestros,
alabadles, apoyadles, subidlos a un pedestal e incluso animadles después de una
dura jornada. Es una sencilla inversión para todos nosotros.
A ALGUNOS DIRECTORES
DE CENTROS.
Enhorabuena, en vuestra mano está ser VENERADOS GERENTES y
no representantes sindicales de profesores. Tirad del carro hacía arriba y
hacia abajo. Supongo que existen periódicas reuniones de Directores de centros
locales para apoyaros y reclamar el cambio necesario con propuestas bien
documentadas.
A LOS MAESTROS.
En este punto quisiera sincerarme. Estoy tan desencantada
del sistema educativo que estuve hasta planteándome el radical “homeschooling”
pero al colgar la balanza se inclinó hacia la educación escolarizada académica gracias a vosotros por dos motivos:
- Nunca llegaré a tener la paciencia y el cariño
inagotable que vosotros tenéis.
- Todas las experiencias que cada distinto maestro van a aportar a mis hijos conseguirán modelar su forma de ser de una
manera inalcanzable para una humilde mami.
Y sobre todo
GRACIAS,
GRACIAS Y MIL GRACIAS.
Esta entrada la compartimos con nuestros admirados
Tertulias de maestras.