La pintura, un arte de niños.

"Simbiosis" 2010, María Corcuera.

Desde muy pequeña he sentido una pasión especial por la pintura. En la Universidad tuve una de esas profesoras "diferentes", capaces de contagiar pasión y hacerte emocionar al contemplar incluso un alambre retorcido. Tras una noche en la que mezclé demasiadas pipas con cocacola, le entregué un proyecto (Hª del diseño) bastante extraño con pinturas mías bajo la inspiración del fauvismo. Todavía puedo sentir la emoción al recibir mi trabajo con su crítica: "el color... la forma... bla bla. Nunca, NUNCA DEJES DE PINTAR.  Por cierto me gustaría conservar la pintura Nº3." Recuerdo esa nota más que cualquiera de las Matrículas de Honor. El hecho es que le hice menos caso del que me hubiese gustado, pero todo está latente.

Hace un tiempo conversaba con una mami amiga escritora. Yo le decía: "Dani tiene pasión por los libros, cada noche tenemos que leer tres cuentos". A lo que ella respondió: "Pues Nico y yo estamos todo el día pintando, pero la lectura como que no..." Entonces nos reímos y me dí cuenta de que mis hijos tiraban de mí para pintar y yo casi siempre encontraba excusas para no hacerlo...

Ahora que creo haber superado el pánico a "un bebé con un pincel", he decidido montarles un pequeño rincón taller como regalo de Papá Noel. Os pido discreción, ya que sería una sorpresa.

Mientras trabajo en el tema, os dejo uno de los muchos vídeos de Aelita Andre, la pequeña niña pintora que expone en galerías de NY y cotizó alguna de sus obras por 30.000euros.

Espero que os anime a pintar.