¿Sabéis esos momentos mágicos que surgen sin avisar para dotar de sentido al día a día? Pues eso ocurrió el domingo pasado. Nos juntamos en la masía Can Bofill que surte de productos ecológicos a nuestro grupo de consumo para hacer pastas, charlar y compartir una agradable comida en las faldas de la sierra de Collserola.
Nada más llegar nos pusimos manos a la obra... Mezclar buenos ingredientes que venían de muy cerquita.
Dani vigilaba las gallinas que cedieron sus huevos para tal noble fin.
Amasar...
Uau!!!
Estirar para...
Dar forma.
O cortar.
Y reposar.
Entre tanto los peques también jugaban con las cabras.
Las sacaron a pasear por el monte.
Las imitaron.
Había momentos para contemplar el fuego.
Mirar las flores.
Escrutar las ocas.
Hasta que llegó.
Carquiñolis.
Flaons.
Guirlache.
Almendramos (además de mantecados con formas que desaparecieron...)
Y se acabó una de esas jornadas que nunca termina en el corazón.
Seguro que podéis hacer con los peques alguna pasta típica de otoño.
Que pinta tiene todo!! enhorabuena, seguro que pasasteis un día buenísimo.. tienes una familia fantástica
ResponderEliminarNosotros también lo pasamos pipa haciendo galletas, tenía pensada una entrada sobre ello :)
ResponderEliminarAhora mismo me comería uno de esos "flaons"...ummmm...o dos ¡qué ricos!!! ;)
Ummm parece que las huelo desde aqui, nosotros casualidades, hemos hecho tambien de cocinillas esta semana, te invito a pasarte y a pillarnos con la manos en la masa ...
ResponderEliminarHace tiempo que leo tu blog, la verdad es que me encanta y me llena de alegría saber que hay madres tan volcadas en sus hijos como lo haces tú, soy maestra de infantil y nueva en el mundo del blogeo, así que espero que nos compartamos tantas ideas como se nos ocurran, fantásticas galletitas ummm tienen una buenísima pinta :-) un abrazo
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