En Praga las casitas son como casitas de chocolate. Aunque no todas.
Los jardines son perfectos para jugar al escondite.
Praga es la ciudad de las marionetas.
Donde Don Giovanni cobra vida, compuesto por Mozart en su estancia en Praga.
Y Alicia aparece volando mágicamente en el precioso teatro de las sombras.
Praga es la ciudad de la cultura musical.
Incluso callejera.
Cuna de grandes compositores.
La gente es más seria de lo que yo pensaba. No sonríen.
Apenas vimos niños, ni siquiera turistas y la gente tan distante con los mayores, se enternecía con mis pequeños como si fueran seres extraños.
A veces puedes creer que estás en París.
O en Thailandia.
Incluso hasta en Venecia.
Donde convertirse en un intrépido capitán de barco.
Pero recorrer el mundo con un niño de dos y otro de cuatro años sin carro, es agotador.
Y da mucha hambre.
Para regresar, lo mejor, una máquina del tiempo que te transporta a casa en segundos.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!
ResponderEliminarPraga es bonita, pero tú y los tuyos la hacéis mágica!!
Espero que os lo hayais pasado de cuento!
Besitos Bibliotecarios**!!!!!
Lo hemos pasado de maravilla pero estamos agotados. Dani ha aprendido porqué es tan importante aprender inglés y que el mundo está lleno de cosas bonitas para abrir bien los ojos. Besitos.
ResponderEliminarJolín!! Vaya viajecito sorpresa!!
ResponderEliminarPraga está preciosa en Navidad. Y tus hijos están guapísimos, las caras de asombro de David son un poema!