Un nuevo habitante ha llegado a nuestra casa. Se llama Paquito Coscorrón y es un robot que nos hace muy felices.
Me siento así...
Lo cierto es que estos días me han sorprendido las continuas demandas de mis hijos: ¿Podemos recoger los juguetes para encender a Paquito?" Atónita, me ha dejado el pequeño Cosco. No decía nada en las instrucciones del gran efecto pedagógico que surtía en los peques, seguro más importante que toda esas nimiedades de recoger pelusones con métodos algorítmicos.
La cuestión es que como sabéis, nada en la vida es totalmente positivo, ni totalmente negativo.
Ayer encontré a David tirando miguitas junto a la "dock-camita" de Paquito. Le pregunté: "David, ¿qué haces?" A lo que respondió con su sonrisa pícara: "Le doy de comer a Paquito."
Sé que me vais a preguntar si Cosco merece la pena... Os diré que tras cinco años en los que mi casa se ha convertido en un simple envoltorio de experimentos diversos, y tras que el pequeño hooligan David ha conectado los cables de los tres años con la interacción racional, he decidido recuperar mi hogar como espacio de calma y bienestar. El libro "Espacios Tranquilos" de Alice Whately me está ayudando. En la actualidad estoy trabajando la teoría de la descongestión. "Cualquier cosa que ya no utilice, o simplemente que ya no le guste, debería dársela a alguien o bien tirarla." Así que Paquito puede campar a sus anchas en mi amplio y "descongestionado" salón.
De cualquier manera os diré que el primer día dejé las puertas abiertas de toda la planta y Paquito se dió un breve paseo por el salón obviando la gran mayoría de las áreas necesitadas para acabar recorriendo mi dormitorio durante un par de horas hasta quedar exhausto y perdido sin poder volver a su "dock- camita" en el salón. Una vez convencido a acabar las habitaciones descongestionadas a base del tolerante método de puertas cerradas, sólo puedo decir que ya no podríamos vivir sin él.
Lo tengo!!! es una maravilla!!! a mis hijos les encanta también!!
ResponderEliminarNo lo tengo, pero no se que ofreceria al diablo por tenerlo ... migas de galleta, pan, o gusanitos se multiplican en mi suelo, eso sin hablar de los pelos de la perra ...
ResponderEliminarEso si lo de darle de comer ... jajaja
jajajaj, aquí también nos ayuda a recoger... ¡es la excusa perfecta!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, lo he compartido hoy en el Resumen semanal de blogs de Bebés y más: http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-xxxix-1
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias Armando. Besitos creativos.
Eliminarjajajajja, ¿dándole de comer? jajajajaj. Tus hijos son la bomba. Yo tengo un gato. No tengo claro si me haría buen papel... pero pensar que se quede atascado en una esquina o el espacio que ocupa... mmmm, no sé. ¿Me lo recomiendas?
ResponderEliminarQué bueno lo de darle de comer!! Los niños siempre nos acaban sorprendiendo.
ResponderEliminarja ja Paquito es la cañaaaa, por que todas mis amigas que tienen Paquitos dicen como tú que ya no podrían vivir sin él. uuuuuuum haré un estudio ... a ver si me lo autoregalo.
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